La moda sostenible trae a veces una nube cargada de ansiedad

Creo que todos – o debería decir todas, considerando que la mayoría somos mujeres – llegamos a la moda sostenible por accidente. Accidentalmente aprendemos algún hecho o dato curioso sobre lo terrible que es la industria, y caemos en picada por el agujero. Seguimos al conejo blanco como Alicia.

Alice In Wonderland GIF
Y de cara algujero sin remedio

Para mí todo empezó hace un poco más de 3 años, cuando hice la práctica académica. Más que trabajar trabajar, pasé esos 6 meses preguntándome qué quería hacer con mi vida. No tenía ni idea de qué hacer de trabajo de grado como futura diseñadora industrial, así que giré y giré en esa silla de escritorio hasta que lo encontré.

Siempre me ha gustado la moda como industria y como arte, una página en Google llevó a la otra y el resto es historia.

Desde que me sumergí de lleno en aprender sobre moda sostenible y todo lo que implica, he pasado por un montón de fases. Primero conocí marcas locales y las tiendas de segunda. Después algo en mi cerebro hizo clic y empecé a entender los armarios cápsula – algo que ya conocía de antes – como algo con un montón de posibilidades.

Más adelante negocié con mi mamá comprar las botas de mis sueños a cambio de los dos atuendos habituales en navidad – una idea brillante, por cierto – y no compré ninguna prenda al año siguiente.

Sassy Dr Martens GIF
Me costó dos meses ablandarlas pero OH SO WORTH IT

Comentario de Cam: Eso me sirvió muchísimo, puedes leer más sobre mi experiencia aquí

Comentario de Cam #2: Está bien, sí compré algo: El outfit del grado.

Cuando me di cuenta de que mi armario no estaba en buenas condiciones al terminar el año, volví a comprar de nuevo. Gracias a todo lo aprendido y a la biblioteca de marcas locales guardada en mi memoria, empecé a crear una colección de piezas que tenía mucho más sentido.

Actualmente sigo en ese proceso, y aunque me cada prenda es elegida con cuidado, me siento llena de culpa. No es un sentimiento que me acompañe el 100% del tiempo, pero sale a flote con frecuencia suficiente para ser molesto.

Este sentimiento y una larguísima cadena de pensamientos, me llevó a una conclusión: 

La moda sostenible puede ser un mundo cargado de estrés y ansiedad.

¡Y eso no está para nada bien!

demi lovato stress GIF
Lo peor es que soy de esas personas que comen estresadas entonces qué descontrol

Examinando el sentimiento bajo el microscopio

Veamos…

Cuando hablamos de moda sostenible y consumo consciente – y digo hablamos refiriéndome a quienes trabajamos en esto – empezamos por los datos. Empezamos con los hechos innegables.

Que la moda es una industria muy contaminante, tiene mano de obra en condiciones de trabajo terribles, consume recursos naturales sin control, produce muchísimos desechos en forma de prendas de las que nos vamos aburriendo…

Y la lista sigue y sigue.

Hasta ahí todo va bien, teniendo en cuenta que este discurso de estamos-acabando-con-el-planeta se ha convertido en algo transversal a todas las discusiones sobre consumo, entonces no es algo realmente sorprendente. No es algo que toque la fibra sensible.

Después empezamos a dar opciones. Empezamos a enseñar y a hablar sobre cómo podemos, desde las acciones individuales, convertirnos en consumidores conscientes. Planteamos preguntas para las que aún no tenemos una respuesta definitiva:

“Busca siempre marcas locales”

¿Dónde…? ¿Cómo se que son de verdad marcas sostenibles?

“Intenta reparar y recircular todas las prendas que ya no utilices”

¿Cómo aprendo a reparar? ¿Qué hago si reparo algo y después me parece horrible? ¿Y si no quiero personalizar nada? ¿Cómo recirculo algo que está en pedacitos?

“La prenda más sostenible es la que tienes en el armario”

¿Y si soy una persona diferente hoy? ¿Si cambié de estilo de vida, de forma de cuerpo…? ¿Si no entiendo del todo quién soy…?

“Pregunta y exige saber a las marcas cómo son producidas sus prendas”

¿Cómo me contacto con la marca? ¿Puedo confiar en la respuesta? ¿Hay organizaciones o certificaciones que puedan ayudarme a comprobarlo?

En algún momento y sin avisar, este mar de preguntas interminable nos devora.

Shopping Bag GIF by HannahWitton
Además uno se siente todo superado cada que usa una bolsa de tela y es chistoso

Volvamos a empezar: ¿Qué es moda sostenible? ¿Cómo podemos ser consumidores conscientes y responsables?

Aunque sea un asunto de importancia global que afecta a cada habitante del planeta, veo la respuesta como algo muy personal. La veo como algo personal y también como algo en construcción.

La filosofía que tenemos sobre lo que elegimos vestir es cambiante, evoluciona. Crece con nosotros y se va adaptando a lo que necesitamos en cada momento de la vida: A la primera fiesta de cumpleaños a la que nos invitaron, a esa entrevista de trabajo que no nos dejó dormir, a matrimonios, bautizos y conciertos, días en el parque…

Una gran parte de los consejos y contenido de la moda sostenible, desconocen esta característica de la vida humana. Desconocen el hecho de que tenemos sentimientos, experiencias y de que estamos en constante cambio, lo queramos o no.

Desconocen que no todos los consejos funcionan para cada momento, persona o circunstancia.

Comentario de Cam: Si no me creen piensen en cómo ha cambiado la forma en la que vestimos durante este último año, y calculen hace cuánto no utilizan zapatos incómodos, pero vestidores.

En estos últimos meses el significado de consumidor consciente terminó siendo “consumidor estresado” o “consumidor abrumado” en mi diccionario.

Cada compra, fuera necesaria o no, se convirtió en un momento de estrés en el que llegaba un huracán de preguntas locas: ¿Te gusta? ¿Lo vas a utilizar? ¿Con qué funciona? ¿De qué material es? ¿Qué vas a hacer en 3 años cuando ya no te entre? ¿Y si engordas un montón en los próximos 6 meses y tienes que sacar todo? ¿Cómo podrías reutilizar la tela de esa blusa para hacer algo que sí te quede? ¿Vas a terminar con túnicas enormes de patch-work…?

¡Y estoy cansada de tantas preguntas!

Emocional y mentalmente cansada.

Tired Jet Lag GIF
En especial después de ese horror de año que me tuvo así un día sí y un día no

La única pregunta para mí ahora es: ¿Me va a hacer sentir bien? Con estos años de experiencias y experimentos raros, conceptos guardados en mi subconsciente – muerte a la viscosa, por ejemplo – y la imagen mental que tengo de mí misma, debería ser suficiente.

En el universo sostenible – o de creadores de contenido sobre el tema – se dice con frecuencia que no hay que ser la persona MÁS sostenible de la noche a la mañana. Se dice que está bien aprender poco a poco y hacer lo que podemos desde nuestro lugar.

Antes entendía ese podemos como algo práctico y desligado del plano emocional. Sin embargo, ahora siento que es indispensable considerar en ese podemos nuestra dimensión mental y lo que sea que estemos sintiendo. Si algo no nos hace sentir bien, si nos llena de ansiedad y estrés, no podemos hacerlo.

¿Es entonces el principio del fin?

No, claro que no.

No estoy terminando mi relación con la moda sostenible ni diciendo que hasta aquí llegué. Estoy definiendo mis propios límites.

Aunque la moda convencional – el consumo acelerado que se tiene normalizado – tiene implicaciones graves para la salud mental cuando las cosas se salen de control, la moda sostenible necesita algunas banderitas rojas.

Video recomendado: ¿Comprador impulsivo? ¿O comprador compulsivo? | Cappsula

Puede que no esté relacionada con las compras compulsivas ni trastornos psicológicos reconocidos, pero esto no la exime de cierta responsabilidad en nuestro espectro emocional. Cuando el ser sostenibles se convierte en una obsesión o algo que no podemos sacarnos de la cabeza, empieza a ser perjudicial.

Empieza a ser algo compulsivo, una fuente de estrés interminable y de preocupaciones que van más allá de nosotros. Sí, está en nuestras manos – y en nuestras decisiones de compra – salvar el mundo, pero de forma conjunta.

Así como una sola persona no puede salvar el mundo, pero sí ser un motor de cambio… creo que una prenda no va a destruir un súper sostenible armario, un montón de ellas sí.

Al menos para mí, esta conclusión es algo liberador. Es algo a lo que llegué después de dedicar cada momento libre a la causa. Cuando noté que todos mis pasatiempos y proyectos gravitaban alrededor de la ropa, me di cuenta de que algo no estaba bien…

¡Y aquí estoy de regreso! Con más energía, una mente más clara y una nueva calma instaurada, después de casi dos meses distanciada de la moda sostenible y todas las mil y un cosas con las que la terminé relacionando.

For Me Flirting GIF
Sí, Cappsucam 🙂

La ansiedad se empieza a evaporar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.