¡Hallo! Bienvenido a este espacio de exploración digital :)

A veces estoy sentada como si nada, leyendo o tirada en la cama y se me viene alguna cosa a la cabeza, lo que sea. Una idea cualquiera. Después toma forma y pienso: “Sí, debería dejarla en algún lado.” Evalúo las opiciones disponibles y empiezo a escribir, a dibujar, o a hacer la cosa que se sienta correcta en el momento.

Hoy pensé que es algo que pasa muchas, muchas veces. Pensándolo bien, es algo inevitable. Necesito poner en algún lugar esas ideas, para que no desaparezcan, descubriendo que algunas personas piensan lo mismo en el proceso. Es divertido ser un eco, un eco de los pensamientos de otras personas. Más que eso, me hace feliz de una forma rara la idea de que dos personas puedan tener una misma idea, sentir una misma cosa y darse cuenta de esto a través de una pantalla o una hoja de papel.

Antes pensaba que ser un eco iba en contra de ser tímida (también introvertida), ¡pero no! Vivimos en el maravilloso mundo del internet y puedo escribir sin entrar en grandes conversaciones. Sin meterme en problemas. Creo que estos ecos, estas ideas que podemos sacar al exterior en estos fabulosos tiempos moderos, son la verdadera libertad.

Y afortunadamente soy libre de dejar todos esos ecos aquí.