Intenté sobrevivir a un festival de música con cinco prendas

Y fallé, épicamente

Desde hace más de un año me convertí – o empecé el proceso de conversión – en otra de esas personas en internet que te dicen que el planeta se va a acabar, pero desde la industria de la moda. Es una historia divertida que involucra a Fashion Revolution – soy parte del equipo en Colombia –, muchos intentos por reparar prendas destruidas, y termina con Cappsula.

Introducción rápida: Cappsula es un servicio que se basa en la teoría o práctica de los armarios cápsula. Son armarios estructurados conscientemente que tienen menos prendas y una flexibilidad increíble. Si quieren saber más, toda la información está aquí https://chiano.co/cappsula

https://www.instagram.com/p/BuT3bW6DsTR/

Con el tiempo Cappsula se convirtió en un taller con el que hice que humanos desafortunados – ¡gracias, sujetos de prueba! – comprobaran por mí cómo era tener un armario cápsula, o una versión simplificada de él: El Reto 10X10.

¿El reto qué…?

Un reto, desafío o experimento que consiste en utilizar únicamente diez prendas durante diez días, incluyendo zapatos, abrigos, ¡todo! Disfruté las ideas y combinaciones de los valientes que lo intentaron, reí con algunas historias y vi resultados increíbles, pero tengo que aceptar que no he hecho mi propio reto.

Cam, la persona detrás de Cappsula que insistió a más de 20 personas en hacer este experimento, no ha hecho su parte. No he sido víctima de mi propio experimento y lo siento.

Para redimirme y aprovechar esta época del año – la época de los festivales de música…

El experimento será sobrevivir al Festival Estéreo Picnic (y al clima) con solo cinco prendas.

Para los que no conocen mucho sobre el evento – ¡hola, amigos de lugares lejanos! – es uno de los festivales de música más grandes en Colombia (creo que el único que lo supera es Rock al Parque). Se repite cada año, entre los meses de marzo y abril, durante tres días. Son tres días de música, caminar – o correr – de un escenario a otro y luchar contra el frío nocturno.

Abril en Colombia, es lluvias mil. Como uno de los meses más fríos e impredecibles del año, le da al Estéreo Picnic una dificultad añadida: Sobrevivir a la tierra pantanosa al final de cada día, encontrar la forma de no terminar completamente mojado por la lluvia y divertirse en el intento.

Como fiel asistente – ¡este es mi sexto año! – puedo decir que, si después de los tres días del festival no tienes gripa, eres afortunado. Si te enfermas durante el festival, que los espíritus mágicos del universo te salven.

Este GIF viene de una galería que se llama 29 GIFS of White People Dancing at Musical Festivals y me encanta

Comentario de Cam: He estado enferma durante el festival más de una vez y eso desencadenó situaciones inesperadas, como dormir en el pasto en medio de la multitud mientras escuchaba a Kings Of Leon desde lejos. Recuerdo raro.

En los últimos años afortunadamente las personas han ido aprendiendo que el Estéreo Picnic y los festivales de verano norteamericanos (Coachella, Ultra, Governor’s Ball) no tienen nada en común – en lo que a condiciones climáticas se refiere. El espíritu de festival, de querer verse diferente y brillar en la oscuridad, se ha adaptado al frío y las lluvias bogotanas, dando como resultado atuendos y combinaciones interesantes y resistentes.

Odio, odio, odio enfermarme, y cada año me visto más como si fuera a acampar a un páramo que a un festival. Llevo conmigo una maleta enorme llena de plásticos, un impermeable, comida y una sombrilla, que no es estéticamente agradable, pero me ha salvado de varias situaciones de riesgo… lluvioso.

Esta soy yo el año pasado en el festival. Pueden comprobar que sí era yo por el color del pelo.

Para este reto – sobrevivir al Estéreo Picnic con cinco prendas – haré mi mayor esfuerzo por no convertirme en una mamá excursionista por enésima vez, y demostrarle al universo universal que sí es posible crear tres combinaciones más o menos interesantes y resistentes con la filosofía de Cappsula detrás.

Sí, no sé por qué voy a torturarme a mí misma de esta forma.

Y para terminar un anuncio: Independientemente del éxito o fracaso de este experimento, ¡hay más talleres de Cappsula en camino! Toda la información se encuentra en las redes sociales de Fashion Revolution y próximamente en la cuenta de Instagram de Cappsula.

Deséenme suerte – y espero no salir enferma de esto.

Esta publicación se estará actualizando cada día. Aún no tengo las cinco prendas completamente elegidas, pero en unas horas probablemente sí.

El resultado

Además de que no pude reportar todos los días como tenía planeado – cuando entras en horario festivalero la percepción del tiempo se transforma – fallé. Quiero decir que fallé épicamente. De todas formas, como digo a todos los que inician el reto, fallar también es aprender.

Esta publicación se transformará en una guía de cómo no sobrevivir a un festival con cinco prendas y estará llena de anécdotas, heridas y malas decisiones.

El viernes 5 de abril inició el festival.

En la mañana mientras elegía las prendas que supuestamente me acompañarían durante los tres días, cometí varios errores. No los noté durante el día – estuve trabajando – pero se convirtieron en problemas molestos al día siguiente.

Las prendas elegidas fueron: Un saco extremadamente peludo y brillante, una blusa con tiritas de spaghetti que no dejaba de deslizarse, jeans high waisted, botas militares negras y una chaqueta esponjosa y caliente.

Descripción gráfica del primer día

Primer error: No tener en cuenta que el festival termina en la madrugada, cuando las temperaturas bajan.

Consecuencia: Sentir que necesitaba una prenda de más, ¡y olvidar contarla!

Durante el día no hubo mayor problema, pero al caer la noche empecé a caminar para llegar al lugar del evento y a los cinco minutos ya estaba acalorada. Asfixiada. Este es el tipo de errores que cometemos al solo analizar el contexto e ignorar quiénes somos.

¿Y quién soy? Una persona que sufre de calor excesivo. Un animalito nocturno que prefiere los días nublados.

Durante toda la noche el exceso de prendas abrigadas fue un problema. Cargaba por todas partes una bolita esponjosa, que no podía utilizar sin correr el riesgo de derretirme. Pensé que eliminando el saco o la chaqueta del conjunto de prendas elegidas – y en consecuencia llegando a cinco prendas de nuevo – todo estaría bien, pero estaba bastante equivocada.

Estaba tan llena de prendas esponjosas incómodas que me veía como ellas

¿El problema de la blusa? La incomodidad me tenía desesperada. ¿Los jeans? La entrada fue pantanosa y pegajosa, haciendo que la mezcla delgada de elastano y algodón terminara llena, llenísima de barro. ¿Y las botas? ¡Funcionaron! ¡Algo salió bien! Son relativamente nuevas, por lo que tenía un desconocido dolor muscular que ignoré ese día – ¡ERROR! ¡ERROR! ¡ERROR!

Lo que aprendí: Antes de empezar un reto – en especial uno con prendas – recuerda quién eres. En mi caso, debí recordar que me acaloro fácilmente y piso fuerte, salpicando gotitas por todas partes en cada charco.

¡Y… llegó el día dos!

El sábado amanecí confundida, desorientada. Supongo que fue el efecto de permanecer 23 horas despierta el día anterior (había despertado a las 6 de la mañana y no llegué a casa hasta las 5 del día siguiente).

Ese día solo pude utilizar dos de las prendas del día anterior, teniendo que agregar tres nuevas prendas. Los jeans ahora más negros que azules fueron remplazados por un pantalón negro, la blusa de tiritas de spaghetti cambió por una de algodón suelta (demasiado suelta) y agregué un kimono. En mi cabeza, al día siguiente podría usarlo al revés y simular que era otra prenda.

Mi cabeza definitivamente es un universo de fantasía (como este pero sin padrinos mágicos)

Aunque la mayoría de las prendas estuvieron bien – en especial la chaqueta esponjosa y calientita – ¡fallé de nuevo!

No mucho tiempo después de haber llegado al festival, me dolían los pies. Sentía un tirón extraño en las rodillas y me costaba caminar. El dolor se extendía por todas partes y era 99% culpa de las botas elegidas – el 1% restante era mía, por elegir terriblemente.

Las botas militares, aunque son increíblemente resistentes a todos los elementos, son más pesadas que los zapatos normales. No sé cómo funcionan las articulaciones, pero el peso de las botas al que no estaba acostumbrada causó dolores musculares raros. Y, por cierto, no estaba acostumbrada porque eran relativamente nuevas. No estaban 100% suavizadas o amoldadas a mis pies.

Comentario de Cam: En el último artista de la noche, alrededor de las dos de la mañana, me molestaban tanto los pies que un grupo de desconocidos pensó que me iba a desmayar (la cara, todo estaba en la cara). Fueron amables desconocidos.

Aunque no tenía idea de si las botas sí eran las culpables del desbalance, al día siguiente no las llevaría, para evitar problemas.

En resumen, ser cool y a prueba de agua es doloroso al inicio

Lo que aprendí: No es sabio poner demasiadas esperanzas en prendas – especialmente zapatos – con los que no tienes experiencia. Pueden terminar causando dolor o lastimándote de forma molesta. A mí, por ejemplo, me dejaron con la sensación de que alguien había pasado un rallador de queso sobre la piel.

Y para terminar… el día tres.

El tercer día, resignada y entendiendo que había fallado épicamente, solo conservé dos de las prendas del día anterior. Ese día llevé al festival la chaqueta esponjosa y el pantalón negro, una camiseta que no había llevado los días anteriores y las botas que llevé todos los días en años anteriores.

¡Y todo funcionó! Mi teoría del dolor muscular misterioso resultó ser cierta: El peso de los zapatos tenía la culpa. Y en lo que se refiere a las demás prendas, no hubo mayor problema. No más heridas ni torpeza. Las prendas elegidas y los artistas que vi hicieron de este mi día favorito. El día en el que más bailé, corrí y caminé por ahí.

Lo que aprendí: ¡Sigue tus instintos, Cam! Sé siempre una mamá excursionista en el festival.

Comentario de Cam: Quiero decir algo a los que logran verse diferentes los tres días o tener un look con un aire diferente al de todos los días. Aunque no entiendo cómo lo hacen, los admiro desde lejos. Admiro su compromiso y las incomodidades por las que pasan, que tal vez nunca mencionan.

El futuro

La conclusión principal es que no sobreviví al festival con cinco prendas. Necesité el doble. Pude haber terminado el reto como lo pensé al inicio, pero preferí sobrevivir. Preferí fallar a los humanos de internet que terminar enferma, con problemas de rodilla o tener tres días llenos de incomodidad.

Creo que fallé por no pensar con calma e intentar un reto ambicioso, sin haber hecho antes el reto con el que he atormentado a tantos. Fue una mezcla de ambición, exceso de confianza y problemas de memoria – los festivales son difíciles.

Y la parte más, más irónica, es que normalmente solo utilizo siete prendas en un fin de semana de festival: ¡Siete! ¡Sin pensarlo tanto!

Otro movito por el que fallé: Quería documentar todo, pero solo hay fotos decentes del día dos. Aquí aparezco en mi hábitat natural (sillas de colores) escuchando a Rhye en la distancia y actuando natural mientras Felipe toma la foto. Por esto es que no me gusta salir en fotos.

Habiendo fallado este reto, estaré escribiendo otra publicación de gran longitud cuando intente el reto de diez prendas durante diez días – y lo logre, esperemos.

Por ahora, perdón por haber descrito en más de 1800 palabras cómo no sobrevivir a un festival con cinco prendas.

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