Lo que nadie te dice, muchos ignoran y todos olvidan: Edición vida de artista

Nada es más divertido, ni siquiera ser astronauta

Esta es una historia seria pero divertida. Lo siento por no tener más GIFS de gatitos disponibles.

Desde hace un tiempo entendí que soy diferente y las posibilidades en la vida son infinitas. (6/52)

Cuando me gradué de preescolar una de las profesoras que mejor me conocía escribió en mi diploma algo así como: «Esas manitos creativas van a hacer grandes cosas». Lo recordé hace no mucho cuando mi mamá encontró el diploma (obviamente no recuerdo el momento real, ¡tenía 5 años!) y a veces pienso que esa profesora de nombre desconocido tenía razón, otras… no tanto.

Aquí las manitos de hoy del humano creador

De pequeña era de esas niñas a las que les gustaba dibujar todo, todo el tiempo, y se sentían completamente felices por dentro cuando tenían una libreta o bloc nuevo que llenar de cosas (aún lo hago). Además de dibujar también me gustaba escribir canciones (o eso decía) y aunque no tenía muchas ideas interesantes, aprendí palabras importantes y me acostumbré a escribir. Las canciones se convirtieron en diarios, inicios de cuentos e historias en las esquinas de los cuadernos, a veces bloques de texto enojados, tristes o felices, y después publicaciones en blogs.

Fiel a los dibujos raros y escribir en cuadernos, nunca quise ser veterinaria, médica ni astronauta.

(P. D.: Me dan miedo la mayoría de los animales)
Cuando me preguntaban qué quería ser cuando grande, respondía «pintora» o «diseñadora de modas», y por un tiempo también quise ser escritora. Cuando estaba por graduarme del colegio quise escribir y dibujar libros para niños (y algunos adultos confundidos), todo esto mezclado con la influencia de los cursos de pintura, aprender a utilizar Photoshop a los 12 y tener una tableta gráfica a los 15.

Mi primera obra de arte en Illustrator a los 16

Una larga lista de decisiones y sucesos varios (larga, larga lista) me hizo estudiar diseño industrial, aunque a un año de terminar la carrera me sienta más diseñadora que industrial (esa es una discusión diferente, tal vez para la próxima semana).
Comentario de Cam: La verdad es que una parte de mí siempre va a ser escritora, para crear un mundo fantástico y personajes que vivan ahí. No sé si va a pasar, pero no es algo tan loco. Supongo que si sucede la dedicatoria irá para ustedes, los que me leen desde el principio.

Lo que quiero decir con todo esto es que esa profesora estaba en lo cierto.

Hasta ahora estoy empezando a entender la responsabilidad y los… detalles de dedicar una vida completa a la creación: a escribir, dibujar e inventar mi propio trabajo futuro (¿escritora de biografías de monstruos imaginarios tal vez?). Hay tantas, tantas cosas que nadie me advirtió de este futuro que ahora llegan de golpe, son como fantasmas divertidos que aunque a veces se burlan de mí, otras son casi amigables.

Este es otro fantasma importante pero sin párrafo especial. Se llama Echo y vive en mi cerebro.

La soledad

Cuando no tienes ni idea de qué quieres hacer pero las respuestas están escondidas en alguna esquina recóndita de tu cerebro puedes llegar a sentirte solo en el universo, y es posible que lo estés. Hay partes del proceso creativo en las que nadie más que tú es capaz de intervenir, por más que lo desees con todo tu corazón.
Aunque en la historia de arriba suene fácil y hasta algo predecible, tardé seis meses en encontrarle sentido a todo: sumar los dibujos hechos con no mucho talento, las fotografías a las que siempre les faltó un corazón y un objeto sobre el que escribir una o dos frases.

La confusión

Como decía el genio detrás de Pictoline, Eduardo Salles, el mundo creativo es caótico e impredecible, y da algo de miedo. Nunca sabrás que está bien o mal porque está cambiando constantemente y la verdad es imposible saber con total seguridad qué funciona y qué no. Por eso es importante experimentar hasta el final, y cuando no funcione, experimentar un poco más.
Todo lo que he hecho hasta ahora es parte de un gran, gran experimento. No sé si siempre voy a escribir en Medium o editar en Photoshop. Todo, TODO puede cambiar en cualquier momento.

Siempre hay alguien mejor que tú

No debería ser tan difícil aceptarlo. Aunque inicies un nuevo proyecto o estés trabajando en algo en lo que llevas meses, es casi imposible que no exista otra persona llevándote la delantera. Creo que hasta los mejores lo sienten: buscan alguien más a quien admirar, en quién inspirarse o con quien colaborar.
No está mal reconocer que hay alguien mejor que tú, con más experiencia o más cosas terminadas. La parte negativa es obsesionarte con eso, mortificarte y pensar que lo que haces no vale nada. Pasé por esa fase y, ¿para qué? PUES PARA NADA.

Las posibilidades son infinitas cuando haces lo que te hace feliz

Aunque es una vida difícil, extraña e incierta, si haces lo que amas hay altas probabilidades de enamorar a alguien más de eso, de esa cosa rara y sin sentido que tanto amas. La pasión es una cosa contagiosa.
¿Escribo para enamorarlos de escribir, de la idea de poner palabras en todas partes? Sí, afirmativo, SÚPER AFIRMATIVAMENTE AFIRMATIVO.

La divertida libertad

Cuando creas tus propias reglas puedes hacer del mundo un lugar tan divertido como quieras. No quiero decir que no hay esfuerzo, frustración y días difíciles, pero la vida es más feliz.
Si quisieras escribir canciones o pintar cerámica mientras comes doritos picantes con mermelada nadie te lo puede prohibir, ¿verdad? Tampoco escribir sin medias, tirada en el piso y escuchando música cuestionable.
Aún no sé qué voy a hacer, ni cómo o cuándo va a pasar, pero va a pasar. Voy a estar en todas partes, escribir, viajar, conocer lugares extraños, escribir más y luego dibujar sobre eso.

Sí, aquí está el gatito final. No puedo decepcionarlos, ¿o sí?

Hablando de proyectos, aquí dibujo a veces. Me encuentran como @enodoodles en Instagram y ahora también en Facebook.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.