Gracias a “Innova Dog”, la guardería para perros, por hacerlo tan evidente
La muerte de innovación como palabra relevante, al menos en mi diccionario personal, es inminente.
Y no, antes de que vengan todos a decir que estoy loca, no me refiero al concepto abstracto de innovación, estoy hablando de la palabra.
Ahora todo es innovador o dice serlo: Las personas, los lugares y las ideas, pero la verdad es que no todo es innovador. No todo tiene el potencial de serlo, y aunque suena raro, no siempre tiene que serlo.
Pero es una palabra linda, ¿verdad? Podemos ponerla en todo. En el nombre de los departamentos de trabajo, en el perfil de una hoja de vida y ¿Por qué no en el nombre de una guardería para perros? Innova Dog, PERFECTO.
“Innovar: Mudar o alterar algo, introduciendo novedades”, dice la RAE
¿Cómo es que una palabra se deforma e idealiza así?
Innovación es una palabra innovadora, o al menos lo fue en algún momento, pero tomando de forma literal la definición de la Real Academia Española, siempre ha estado ahí, como una cosa flotante, permanente y relacionada con lo que somos.
Sin cambios ni alteraciones en las cosas estaríamos congelados en el tiempo, aún en la edad de piedra, pensando que la tierra es plana (sí, sé que algunas personas aún no se enteran) y lavándonos los dientes con hollín y miel *escalofríos intensify*.
Si la idea innovación como idea suena como algo atemporal, ¿de dónde viene la palabra? Mi investigación con mi dios personal aka Google, me llevó a un artículo de The Atlantic. En resumen la palabra, que en sus inicios tuvo un significado negativo y relacionado con herejía (a los innovadores probablemente les cortaban las orejas), después de la revolución industrial tomó un tono diferente y se convirtió en algo importante.
En el periodo entre 1870 y 1940, la palabra innovación era menos conocida, pero esta fue una de las eras más creativamente poderosas.
La innovación, a diferencia de la invención, daba una clara ventaja económica a quien la ponía en práctica, terminando en la creación de productos, patentes o modelos que generan ventajas económicas: Mucho, mucho dinero.
Ahora la palabra es usada porque sí para referirse a cualquier cosa “nueva”, que a veces ni siquiera lo es.
Comentario frustrado de Cam: También digo que innovación es una palabra sobrevalorada después de trabajar cinco meses en una de las empresas más innovadoras del país. A veces la innovación es un discurso y no un hecho, especialmente cuando el nombre del área es “Innovación y desarrollo”. Esperen mi próxima historia de extrema frustración cuando termine la misión.
Innovadores VS Independientes
La misma semana que conocí al infame Innova Dog, estuve en el South Summit Pacific Alliance: El encuentro de innovación de start-ups latinas en el que España también estaba involucrada (por favor no me pregunten cómo), ¡y fue muy divertido!
Después de escuchar muchas conferencias y paneles sobre innovación, cómo la Alianza del Pacífico está interesada en apoyar proyectos emprendedores, la palabra innovación se disolvió en una nube enorme de palabras y perdió el sentido. Era esa clase de conversación inteligente que utiliza muchas palabras importantes y te hace sentir que tienes que asentir a todo, estar atento y considerar importantes todas esas palabras que no entiendes.
Por otro lado, los ponentes que no mencionaron la palabra prohibida, despertaron más reacciones (al menos en mí):
Agatha Ruiz de La Prada (ídolo personal de Cam):
Ser diseñadora puede ser increíblemente divertido.
Kike Sarasola de Room Mate Hotels
La idea no es ser hospitalario, también hay que hacer a las personas felices.
Nacho Tortosa de Hawkers
No es el producto, es la marca.
¿Son innovadores? Sí: Alteración novedosa + Ventaja económica.
¿¡¿¡Lo mencionan cada TREINTA SEGUNDOS!?!? NO. Lo son. Lo hacen realidad.
Al día siguiente estuve de visita en la Feria de diseño independiente La Madame, y aunque no se veía la palabra por ningún lugar, el ambiente estaba cargado de una energía linda y poderosa. Desordenada, para algunos, pero fresca.
He visitado algunas ferias en los últimos años (Puertas del Cielo, Buró y otras más pequeñas) y la mayoría de las veces el panorama es parecido: Ropa de diseñador con un costo equivalente a un mes de pizza nocturna, materas en forma de gato con cactus y suculentas en el interior, o el tradicional unicornio de pared hecho con piezas cortadas con láser.
Comentario de Cam: Cualquier persona con más de dos semestres de diseño o arquitectura sabe que el servicio de corte láser es una cosa básica, SUPER básica. Tienen suerte de que la mayoría de las personas aún no lo sepan, personas que venden productos carísimos hechos así. SHAME ON YOU.
Esta vez fue diferente: Nada cortado en láser, no más arte country ni joyería en plata con piedras gigantes (otro producto recurrente). Los diseñadores y creadores le apostaban a las prendas (shout-out a los impermeables lindos de Johanna Ruiz), los accesorios divertidos y las materitas recicladas (shout-out a TARO y el PVC colorido).
Conclusión: ¿Alteración novedosa + Ventaja económica? SÍ.
¿Uso pretencioso de la palabra innovación? No.
Después de procesar lenta lentamente la información aprendida en esos días, llegar a un montón de conclusiones diferentes y estar realmente confundida, encontré mi posición en la discusión sobre la innovación.
- La palabra innovación queda completamente excluida de todo pensamiento futuro y pasa a vivir en el cementerio de palabras al lado de “empoderamiento femenino”, “empatía” y “velcro”.
- Las personas hablan demasiado (I mean yo sé que ya lo saben, pero me encanta resaltarlo) y la cantidad de palabras inteligentes utilizadas en una frase es directamente proporcional a lo confusa que quieres hacerla, y lo vacía que de verdad puede ser.
- El mundo es de las personas que se atreven a hacerlo realidad.
Comentario final final de Cam: ¡Gracias por leer! (y tal vez indignarte conmigo, humano visitante).